Peláez y las claves de un triunfo emotivo en General Madariaga


Peláez y las claves de un triunfo emotivo en General Madariaga

Los preparativos para la segunda fecha del Rally Argentino Pirelli siguen su curso, pero los ecos de la apertura en General Madariaga aún siguen presentes, tales como la sólida victoria que Pablo Peláez logró junto a Nicolás Capurro en la clase RC4. En su regreso como piloto, el santiagueño concretó un triunfo laborioso, exigente en diferentes aspectos, pero a la vez, contundente y emotivo, con una dedicatoria muy especial.

 

“Por vos papá”, fue la leyenda que llevó escrita el Peugeot 208 Rally4 en su parabrisas frontal durante todo el Rally Pagos del Tuyú, donde Peláez y Capurro no solo se recuperaron de un error ante las duras condiciones de barro de en la primera etapa.

 

Además, el binomio se reconstruyó con una contundencia que le llevó a ganar casi todos los tramos y la general RC4, apenas ocurrido el primer paso en falso de su rival por el triunfo, Lucas Machado. Así, Peláez puso un broche de oro a su retorno como piloto, con un triunfo dedicado a su recordado padre, quien acompañara años atrás a Pablo en impulsar el equipo familiar que ha logrado múltiples victorias y títulos.

 

“Creo que tuvimos una carrera soñada. Pudimos andar muy bien durante el shakedown y el sábado pudimos recuperarnos de un error. El domingo me enfoqué en presionar y gracias a Dios salió todo bien. Pero, este resultado también es gracias a mi navegante, mi equipo, mi familia, mis amigos y también a nuestros patrocinadores, como el Gobierno de Santiago del Estero”, dijo Pablo Peláez.

 

“Fue algo increíblemente impensado: venía de no correr de forma regular desde hace muchos años y me había encontrado con un auto que apenas había probado el miércoles, antes de la carrera”, agregó el ganador de tres títulos argentinos y cinco sudamericanos, quien había dejado de correr de manera permanente y tenía sus últimos antecedentes de participaciones al volante de un auto de rally entre 2021 y 2022.

 

“Haber podido ganar en este regreso fue muy gratificante y lo especial fue que, al no estar mi papá, trabajé muchísimo más duro para que este resultado sea posible. Dedicarle esta victoria totalmente a él fue algo muy emotivo, porque siempre me esperaba y apoyaba constantemente al final de todos los tramos”.

 

Al margen de este incentivo, Peláez destacó que su victoria también fue producto de haber aplicado sus conocimientos recogidos durante décadas con sus distintos roles en el rally, sumado al trabajo en sociedad con el equipo KS Rally Competición.

 

“Desde que nos llegó el nuevo Peugeot, hemos trabajado para volver a correr. Pero, mis expectativas eran las de reencontrar las sensaciones que tenía cuando dejé de correr hace siete años atrás. Sabía que iba a ser difícil estar a un buen nivel, pero de todas formas siempre trabajé mucho para conseguirlo”.

 

“Creo que a todos los chicos de la categoría nos costó adaptarnos al barro de la primera etapa y al piso seco de la segunda en General Madariaga. Pero, traté de aplicar todo lo que aprendí como piloto durante 18 años, más el trabajo que hice con mi equipo junto a otros pilotos y pude salir airoso. De hecho, el domingo cambiamos la puesta a punto y el coche quedó perfecto para afrontar el piso seco”.

 

“En ese sentido, hay que resaltar el apoyo inmenso de Martín Villalba y el KS Rally Competición, a quienes realmente admiro porque siempre están a disposición para saber qué necesitamos u orientarnos con cualquier duda que tengamos”.

 

Aún así, el santiagueño también dio crédito a sus rivales en carrera, a quienes identificó como candidatos a seguir este año. “Gracias a Dios ganamos y tuvimos la suerte de que Lucas Machado quizás no encontró aún el punto ideal con su auto. Pero, es un gran piloto. Junto a Damián Ibarra van a ser los mejores referentes de la categoría, aunque si los hermanos Maisonnave regresan, también serán grandes protagonistas”.

 

Entre otros factores importantes que rodearon a su triunfo, Pablo Peláez también hizo énfasis en lo dificultoso que significó dividir su ocupación y preocupación entre ser piloto y responsable de equipo, durante un Rally Pagos del Tuyú que lo mantuvo pendiente de cada detalle: desde el manejo y puesta a punto de su propio vehículo, hasta la performance y herramientas de sus mecánicos y compañeros de equipo.

 

“Si bien empecé a correr muy relajado, siempre me mantuve muy pendiente del equipo. Realmente, no podía sacar de mi mente que algo no funcionara bien sin que yo esté presente. Quería que Juan Bernasconi también tenga un buen fin de semana y creo que todo se alineó para terminar de una forma prácticamente perfecta”, comentó Peláez sobre su compañero de equipo, quien logró el podio RC3 en General Madariaga.

 

“Cuando dejé de correr de forma permanente, en 2016, me propuse armar un equipo con mi padre y gracias a Dios pudimos ganar muchísimas carreras y hemos sido campeones junto a Paulo Soria, Walter D’Agostini”.

 

“Realmente, estábamos muy enfocados en el equipo, pero mi pasión por estar a bordo de un auto de carrera nunca se iba. Por eso, si dijera que corrí muy tranquilo, estaría mintiendo. Siempre traté de estar presente con Bernasconi y los demás chicos del equipo: desde las verificaciones, en las pruebas, en cada asistencia, tratando de que a nadie le falte nada”.

 

“Básicamente, traté de seguir pendiente de todo, para que el nivel que mantuvo el equipo en estos últimos siete años no decaiga solo por el hecho de que yo no esté todo el tiempo presente por encontrarme ahora nuevamente como piloto”.

 

“Fue algo difícil de lograr, porque cada vez que terminaba un tramo, chequeaba los tiempos, para ver si Juan también terminaba. Siempre lo esperé en cada prueba especial, para ver cómo iba en carrera. Sentí que no podía desligarme de todo, por respeto a la confianza que nos brindan los demás pilotos y chicos del equipo”.

 

Con más de ochenta carreras disputadas en su trayectoria y con más de veinte triunfos a nivel argentino y sudamericano, Peláez representa una palabra mayor al evaluar y opinar sobre coches de rally, principalmente de tracción simple, especificación que ha conocido en profundidad, como piloto y director de equipo. Dicho esto, el santiagueño sacó un balance más que positivo de su primera experiencia con un Peugeot 208 Rally4.

 

“Realmente, la velocidad de paso por curva y la capacidad que tiene a la hora de frenar es impresionante. Quizás, a nivel de potencia, no haya una diferencia abismal con un auto Junior, pero la confianza que te da un Rally4 es increíble. Con poco manejo, el auto te permite lograr muchas cosas y eso me sorprendió. Pero, todavía nos falta conocer más al coche, para seguir adaptándonos”.

 

Por último, Pablo Peláez demostró grandes expectativas de cara al desafío que planteará el próximo Rally Sudamericano Jesús María YPF INFINIA, del 12 al 14 de abril. “Vamos con el objetivo de hacer nuevamente el mejor papel posible. No sé si podremos ganar, pero trataremos de estar entre los protagonistas por la victoria”.

 

“A nivel de caminos, creo que vamos a disfrutar mucho de esta carrera. Jesús María aportará algo totalmente distinto, con un faldeo de montaña de media / alta velocidad y eso lo volverá un rally muy bueno. Por eso, estamos con mucha expectativa de cara a esta carrera. Haremos todo lo posible para correr toda la temporada, pero no tengo dudas de que vamos a vivir una gran fiesta en Jesús María”.